La Historia (II)

Parque Gómez Pamo. Postal. Primer tercio del silo XX
Siguiendo con la historia de nuestro Parque nos encontramos nuevas referencias de Marolo Perotas: “Corrió el tiempo, y ningún alcalde se preocupó de efectuar implantaciones de árboles, ni de cuidar de sus diversas enfermedades, ni siquiera de defenderles de sus malos tratos, hasta que el 1929 don Isaac Ferrero Martín, todo amor y patriotismo, comenzó las obras de ampliación y reforma, dirigidas por el entonces jardinero proyectista de los jardines de Aranjuez, don Fernando López Egea, y bajo la valiosa protección de don Emilio Vellando, a la sazón director general de Agricultura”.

Algunos meses antes, en la revista "La Llanura" de octubre de 1928, aparece esta información: «Proyecto de ampliación y reforma del paseo de la Alameda; el señor Alcalde explica lo bien dispuesto que se encuentra el actual Municipio para llevar a su realización el magno proyecto que ha confeccionado el jardinero-proyectista de Aranjuez, señor Egea, con el aplauso unánime de la opinión y bajo la protección valiosa de don Emilio Vellando.
Añade: había dificultades de dinero, pero parece que éstas se van eliminando por la parte tan activa que el interés de los señores concejales ha tomado en tan señalado asunto.
El concejal señor Lumbreras conseguirá ayuda de la Diputación. Esto es todo,  lo bastante para poder realizar el anhelo del pueblo y nuestro: dotar a Arévalo de un parque que sea la admiración de propios y extraños. Además, el señor López Revilla propone repoblar las cuestas del Adaja para sanearlas, afianzarlas y embellecerlas. De momento ―explica el señor Alcalde― veremos la manera de llevar a cabo la reforma hasta la noria, quedando lo del pinar para otro ejercicio económico.
El señor Lumbreras expone su labor realizada en la Diputación, sobre este particular.
Parque Gómez Pamo. Colección Alarde.
Los señores concejales examinan el proyecto del paseo y, de conformidad, se aprueba la propuesta del señor Alcalde, el cual agrega que con las plantas sobrantes se adornarán otros lugares de la ciudad»”.

Perotas vuelve en sus “Cosas de mi Pueblo” a recordarnos algunas cosas sobre el parque y nos aclara que “Isaac Ferrero Martín también quiso perpetuar el recuerdo del inmortal Gómez-Pamo haciendo en el parque lindas plazoletas, alegres jardincillos, rústicos asientos, columpios e ideales pérgolas y, sobre todo y ante todo, subir el agua del Arevalillo: pero cuando más entusiasmado estaba con sus proyectos, y más dispuesto a realizarlos, le sorprendió la muerte, y tememos que el perímetro no merecerá los honores de parque, a pesar de las atenciones y cuidados que le dedica don Eusebio Cirbán, aventajado discípulo del ex jardinero mayor del Ayuntamiento de Madrid don Cecilio Rodríguez”.

A pesar de las atenciones y cuidados que le dedicó don Eusebio Cirbán, discípulo este de don Cecilio Rodríguez, ya Marolo presintió que el futuro del Parque no iba a ser nada halagüeño. Aunque es posible que nuestro buen cronista nunca imaginara hasta que punto sus palabras iban a ser proféticas.


(continuará)

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