La Ruta de los Retablos

En el año 2000 se publicó un pequeño cuaderno o guía, a través de Asodema y cuyo título fue la Moraña y Tierra de Arévalo. En esta guía se incorporaba una interesantísima ruta, en concreto la número cinco, titulada precisamente "Ruta de los Retablos".

Un retablo es una obra de arte situada detrás de un altar. Desde finales del siglo XIII hasta el siglo XX, fueron los elementos más relevantes en la decoración interior de las iglesias. Son obras de arte de gran complejidad, en las que suelen colaborar arquitectos, escultores, doradores, carpinteros, etc., por lo que su elaboración es un proceso costoso y lento, sobre todo en los ejemplares de mayor envergadura. Los retablos suelen adoptar una disposición geométrica, dividiéndose en cuerpos (secciones horizontales) y calles (secciones verticales).

En cuanto a nuestra particular Ruta de los Retablos, es posible que además de la calidad de los elementos que la componen nos permita hacer un muy interesante recorrido por distintos periodos de la Historia del Arte.

Comenzamos nuestro recorrido en Arévalo visitando, en la Iglesia del Salvador, la capilla fundada en 1562 por Don Bernal Dávila Monroy y Doña Luisa Briceño y situada a la derecha del Presbiterio, en el lado de la Epístola. La capilla alberga un interesantísimo retablo de Juan de Juni. Esta obra maestra de la imaginería renacentista castellana incluye los motivos de La Inmaculada, El Calvario, Santa Ana, San Antonio, San Pedro, San Andrés, el Bautismo de Jesús y la Imposición de la casulla a San Ildefonso.
Sin salir de la antigua villa, vamos a poder disfrutar en la Iglesia de San Miguel de un magnífico retablo que fue efectuado en el taller de Marcos de Pinilla entre los años 1507 y 1508. Es una obra maestra de la época de transición del gótico al renacimiento. Presenta trece tablas al óleo distribuidas en tres cuerpos, más pequeñas las laterales, en las que se representan ocho santos: San Sebastián y Santa Úrsula; San Pablo y Santa Catalina; Santo Tomas de Aquino y San Buenaventura; San Francisco y San Jerónimo. El segundo cuerpo narra la historia del Arcángel San Miguel, patrón de la iglesia. En el tercer cuerpo se hallan las tablas más valiosas, que representan cinco escenas de la Pasión. Pese a la gran personalidad del que se conoció como “Maestro de Arévalo” se acusan en su obra influencias de otros maestros de la escuela de Ávila, de Berruguete, del Maestro de Riofrío y del Maestro del Portillo, en toda la elaboración así como en la utilización de los marcos arquitectónicos. El estilo, en general, es de indudable tradición hispano-flamenca.

Siguiendo la antigua Calzada de Arévalo a Peñaranda llegaremos a Villanueva del Aceral. En su iglesia de San Andrés podemos contemplar el Retablo Mayor que es del Siglo XVIII con algunas piezas escultóricas reutilizadas.

Seguimos por la misma calzada hasta llegar a Fuentes de Año. Su iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que conserva un torreón circular probablemente de carácter defensivo y un ábside mudéjar del siglo XIII, acoge el retablo de la Encarnación, con escenas de la Virgen y de su hijo. Atribuido al Maestro de Portillo y realizado en el siglo XVI, su estilo se debate entre el castellano-flamenco y las novedades del renacimiento italiano. También es de interés el Retablo Mayor del siglo XVII en el que se encuentra la virgen titular de la iglesia.

En Canales podremos contemplar, en la iglesia de San Cristóbal, su Retablo Mayor. Es un pequeño conjunto de estilo plateresco compuesto por ocho tablas que representan las de la derecha a San Pedro, a San Jorge y el dragón y la tabla superior al nacimiento de la Virgen. En la calle central San Cristóbal y el tema de la Asunción; por su parte la calle izquierda la ocupan San Juan Bautista, Santa Barbará y la Anunciación.

La iglesia de Fuente el Sauz, dedicada a la Asunción de Nuestra Señora, alberga en su interior un importante y valioso conjunto de bienes muebles. El más sobresaliente de todos es el retablo de la capilla del "Marquesito", fundada hacia 1500. El retablo es una de las mejores obras de estilo gótico de toda la provincia, combinando de forma magistral, por su exquisita armonía, la escultura y la pintura. Se compone de diez tablas con temas que relatan escenas de la pasión y muerte de Cristo. Muy interesante podemos considerar su traza arquitectónica que, aún dentro de la estética propia del gótico, apunta ya algunos novedosos elementos propios del renacimiento.

Cantiveros y su iglesia de San Miguel nos ofrece una interesante colección de retablos barrocos. El central está presidido por un cristo que debió formar parte de otro altar. Quedan los restos de un retablo del siglo XVI, con dos relieves de San Benito y San Jerónimo. Es preciso decir que la iglesia de San Miguel posee el coro bajo más sobresaliente de la carpintería llamada de lo blanco de toda nuestra provincia.

En Fontiveros, localidad natal de San Juan de la Cruz, destaca su imponente iglesia dedicada a San Cipriano. Es la iglesia más grande de toda la comarca. El altar mayor del siglo XVIII es obra de Miguel Martínez de Quintana y presenta las imágenes de San Cipriano, titular del templo, San Juan de la Cruz, Santa Teresa y San Segundo.

Retablos. Notables muestras de arte mueble que tenemos en el territorio de la Moraña, Madrigal y la Tierra Arévalo y que forman parte importante de nuestro patrimonio histórico, artístico y monumental.

Lección de historia
Radio Adaja - 22 de septiembre de 2010

Comentarios

L.H.V ha dicho que…
Buenas, he estado buscando la guía que se menciona en el articulo pero me ha sido imposible localizarla, me he puesto en contacto con Asodema pero no me han facilitado ningún dato.

Alguien sabe donde puedo conseguir dicho cuaderno o guía ?

Muchas gracias

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